miércoles, 31 de octubre de 2007

¿QUIENES SON LAS HERMANAS MERCEDARIAS DEL SANTISIMO SACRAMENTO?


La Congregación de las Hermanas Mercedarias del Santísimo Sacramento es un Instituto de Derecho Pontificio. Sus orígenes se remontan a las inquietudes y profunda vivencia Eucarística de María del Refugio Aguilar y Torres quien inspirada por Dios y ayudada por el Presbítero Vicente María Zaragoza, fundan el apostolado de Jesús Eucarístico con el fin de extender el reinado de Jesús Sacramentado en todas las clases sociales, principalmente en la niñez y juventud.

La Sierva de Dios, María del Refugio Aguilar y Torres fundó el Instituto de Hermanas Mercedarias del Santísimo Sacramento en la Ciudad de México.

Llena de amor a Jesús Sacramentado y a María Santísima, transmite ese espíritu a sus hijas para extender el Reinado de Jesús Eucaristía.

Testimonio de mujeres libres y liberadoras, impulsadas por el mismo fuego que encendió el corazón de María del Refugio, nuestra Fundadora, quien concibió un proyecto educativo para evangelizar a la familia y la sociedad, orientado a enseñar que en el centro de todas las ciencias está Dios y que no hay auténtica vida cristiana sin la participación eucarística y la protección de María.

Con esta meta, la formación moral y la instrucción científica han de ser sólidas y profundas, humildes y sencillas, desarrollando en la voluntad hábitos de bien obrar, fortaleciendo la inteligencia y robusteciendo el cuerpo.

Valiéndose de los Colegios, socorrió a los pobres, huérfanos y desposeídos, con amor y gran actividad sin buscar prestigio o reconocimiento. Sus obras de misericordia pasan generalmente desapercibidas. (Consuela a las familias que sufren, da albergue a los perseguidos, alimenta y viste a los necesitados). Con valentía y entereza defendió el derecho de la libertad religiosa y siempre tuvo adhesión a los prelados. Los Colegios Eucarísticos promueven entre sus educandos el conocimiento de la realidad social y el rescate de los valores culturales de cada nación.

El 24 de abril de 1937, tras una larga enfermedad que sufrió con ejemplar paciencia y resignación, la Madre Fundadora María del Refugio Aguilar y Torres pasó a mejor vida.

El éxito alcanzado en la educación eucarística- mercedaria se manifiesta en cristianos comprometidos en la búsqueda del bien común útiles a la sociedad.

Nuestra Fundadora encarna para nosotras el celo apostólico por la salvación del mundo haciendo suyas las palabras de Cristo: He venido a traer fuego en la tierra ¡y cuánto desearía que ya estuviera ardiendo' Por lo tanto, todo nuestro apostolado tiene como fin liberar al hombre de sus esclavitudes actuales.

CAMPOS DE APOSTOLADO

- Colegios
- Casas hogar
- Misiones permanentes y temporales
- Casas de Espiritualidad
- Atención a Seminario
- Guarderías
- Evangelización y Pastoral Penitenciaria
- Movimiento JEM

ESPÍRITU: Eucarístico Mercedario.
MEDIOS: Oración-Enseñanza-Sacrificio.

Evangelizamos con María a la luz de la Eucaristía en: México, Colombia, Chile, Venezuela, España, El Salvador, Cuba, Italia, Costa Rica, USA y Guatemala.





MISIONES Y MERCED



martes, 30 de octubre de 2007

TESTIMONIO DE FAVOR RECIBIDO


CONSTANCIA DE FAVOR RECIBIDO
POR LA SIERVA DE DIOS MARIA DE FEFUGIO AGUILAR Y TORRES


Yo, Ana Maria Vence de Duarte, C.I-V-25.181.134, mayor de edad, casada, nacida en Barranquilla Colombia y residenciada desde hace 29 años en la Ciudad de Maracaibo-Venezuela por medio de la presente hago constar que después de (2) días de padecer síntomas de un dolor de estomago y sin llegar a probar bocado alguno, por sugerencia de una compañera de trabajo el primer día, me realice exámenes de laboratorio para detectar si era dengue, el segundo día fui visitada en horas de la tarde por mi hermana que se encontraba preocupada por el estado en el que yo me encontraba, al llegar a la casa se comunicó por teléfono con mi sobrina Adriana, quien es médico y estaba de guardia en el Hospital General del Sur Pedro Iturbe, donde trabaja, al pasar al teléfono, ella me preguntó si me había hecho el examen de cuentas blancas, a lo cual respondí que no, fue entonces cuando me pidió hacerme dicho análisis y también me realizara un ecograma abdominal, le contesté que al día siguiente muy tempranito me los haría.

En la mañana del 5 de Enero de 2007, cerca de mi domicilio me realizaron el examen de las cuentas blancas y me fui al ambulatorio Luis Sergio Pérez, para que me hicieran el ecograma abdominal, pero como estábamos comenzando año nuevo nos informaron que hasta el 8 del presente mes era que se reincorporaban a sus labores medicas el personal de esa área. De allí nos trasladamos a la Clínica Madre María de San José y como había mucha gente en turno y el dolor cada vez se intensificaba, llamamos a mi sobrina por teléfono y ella nos dijo que nos fuéramos al Hospital que ella nos esperaba allá pero al llegar esperamos largo rato y al ver que no aparecía fue entonces cuando volvimos a llamarla y le dijo a mi hijo Ricardo que me ingresara para que me hicieran nuevamente los exámenes, pero yo como ya me los había hecho y lo que me faltaba era el ecograma abdominal, le pregunté a mi hijo que mientras ella llegaba qué Clínica quedaba cerca de allí. Rodamos y rodamos hasta llegar a la Clínica San Juan, donde habían como quince personas en turno, pero decidí quedarme allí, el dolor cada vez me aumentaba más y más, cuando mi sobrina llegó al Hospital y nos buscó por todos lados del lugar al no encontrarnos se comunicó por celular con Ricardo y el le dijo que estábamos en la Clínica San Juan, ella se fue hasta allá, ya en ese lapso de tiempo mi hija Diana de verme tan mal con el dolor le pidió a la doctora que por favor le pidiera a los pacientes de turno que le permitieran el favor de pasarme y ellos aceptaron, en ese preciso momento llegó mi sobrina y cuando me vió me regañó por haberme venido del Hospital a esperar turno a la vez tener que pagar; sin embargo entró conmigo, allí dentro les escuchaba todo lo que comentaban mientras me realizaban el ecograma abdominal, el diagnostico fue una apendicitis por lo tanto me tenían que operar de emergencia, sin dejar pasar mucho tiempo, mi sobrina llamó por teléfono a sus colegas contándoles en las circunstancias que me encontraba, ellos le dijeron que me llevara de inmediato que allá nos esperaban.

Al llegar al Hospital nuevamente me hicieron exámenes de glicemia por padecer de diabetes, ya que en el día anterior la tenia a 240 y las cuentas blancas a 8.000 y ese día (05/01/07) tena la glicemia en 300 y las cuentas blancas a 14.000, me dejaron por 15 minutos en un cubícalo del área de emergencia y allí mi hija Diana al abrir mi cartera lo primero que encontró fue una estampa de Nuestra Madre, la Sierva de Dios Maria del Refugio Aguilar y Torres, Fundadora de la Congregación de Hermanas Mercedarias del Santísimo Sacramento, en la cual aparece con su habito; la que en un gesto de fe, con un impulso me la coloco en mis manos y yo la abracé, le pedí por mi salud, le hice la oración y se la devolví para que me la guardara nuevamente en mi cartera, para que no se me perdiera, ella me miró y no me dijo nada y la guardó, no pasaron cinco minutos de tal hecho cuando ya me llevaban directo al quirófano, llegó mi otra hija, Mónica portando una maleta pequeña con mis cosas de uso personal, al verme en la camilla se puso a llorar y al pasar a su lado me tomó las manos y me colocó una estampa de Nuestra Madre Maria del Refugio donde aparece vestida de seglar, yo la tomé y la apreté contra mi pecho y le dije: “Madrecita tu fuiste esposa y madre, ayúdame sacame con bien de este trance, yo quiero estar todavía con mi familia y siento que tu quieres acompañarme en el quirófano y has tomado a mis hijas como instrumento para que así sea, porque no puede ser casualidad que yo le haya devuelto hace cinco minutos a Diana la estampa donde estas con tu habito para que no se me perdiera y ahora Mónica te trae para que estés conmigo, así que allá vamos juntas para el quirófano”, apreté con fuerza entre mis manos la estampita y así llegamos a un sala de espera y ahí recuerdo que habían como cuatro pacientes esperando turno para ser intervenidos y a mi alrededor veía a mi sobrina y al equipo médico listo esperando que la anestesia hiciera su efecto. A partir de ese momento no supe más de mí hasta que mi sobrina Adriana, me despertó y me preguntó que como me sentía a lo cual respondí con otra pregunta: ¿Adri, y cuándo me van a operar? Ella me respondió: tía, usted fue la primera que operamos, en ese momento no me acordaba de nada, no sentía dolor por ningún lado y me encontraba en la el mismo lugar de la sala de espera donde estaba antes de dormirme, ella entró al quirófano y cuando salió me entregó la estampita de la Madre Maria del Refugio y me contó que en medio de la operación el anestesiólogo y sus colegas le preguntaron que quién era ella, y les contestó que era la fundadora de la Congregación de las Hermanas Mercedarias del Santísimo Sacramento y que según nos había escuchado decir ella dispensaba favores y hacia milagros y que en la familia le tenemos mucha fe, que tanto una hermana como una prima y yo trabajamos en el colegio que dirige la Congregación en la Ciudad de Maracaibo y que una de mis hijas perteneció a dicha comunidad y a donde va da a conocer la vida y obra de la Sierva de Dios Maria del Refugio.

En el Hospital estando en mi lecho de enferma pensaba en la Madre Provincial Ana Maria Andrade Pinto y en la Hermana Ligia Elena Cárdenas, cuando nos hablaron de los favores que nuestra Madre Maria del Refugio había concedido, desde entonces con mas fervor llevo la estampa en mi cartera para todos lados. Hoy quiero darle gracias por el favor que me ha dispensado sobre todo al ver el resultado de la biopsia, sentí su presencia viva en el hecho de que mi sobrina me fuera a buscar a la Clínica donde me hicieron el ecograma, recordar la forma como reaccionó mi hija Diana cuando abrió la cartera y vió la estampa como la tomó y me la entregó, en la reacción de mi hija Mónica cuando llegó al Hospital y me entregó la estampa donde la Madre viste de seglar que fue la que me acompañó en todo momento dentro del quirófano y luego lo que me contó mi sobrina sobre la conversación que tuvieron los médicos durante la intervención.

Para mí esta fue una experiencia bonita e inolvidable y con mi testimonio pido la intercesión para que sea elevada al honor de los altares en su condición de beata.


Atentamente:
Ana Maria Vence de Duarte.