viernes, 5 de octubre de 2007

HUELLAS A SEGUIR


Año Jubilar
María del Refugio Aguilar y Torres
Hacia el Primer Centenario Fundacional


Te invitamos a conocer la Vida y Obra de la Sierva de Dios María del Refugio Aguilar y Torres, nuestra amada madre fundadora en este año 2007—2008 que el Instituto de las Hemanas Mercedarias del Santisimo Sacramento le dedica al acercarse el primer centenario de fundación, que Dios mediante se celebrará en el mes de marzo de 2010.

María del Refugio, nació en San Miguel de Allende, Guanajuato, el día 21 de septiembre de 1866, siendo la mayor de ocho hermanos, desde pequeña se distinguió por un gran amor al Santísimo Sacramento y un gran sentido del humor que compartía con sus hermanos.

María del Refugio Aguilar a los 4 años Aprendió a leer y a escribir, a bordar y cocinar, a hablar francés y a tocar el piano como todas las señoritas de la época colonial de la clase acomodada, llegada a la edad casadera, por obediencia a su padre contrajo matrimonio con Don Ángel Cancino, un hombre viudo que había llegado hacía poco tiempo a la ciudad como encargado de Hacienda.
Por cuestiones del trabajo de su esposo tuvo que ir a vivir a Morelos junto con su pequeño hijo Ángel, quien enfermó gravemente, sin embargo, al poco tiempo de haber mejorado la salud de su hijo, don Ángel enferma gravemente, dicha enfermedad le costó la vida.

Después de la muerte de su esposo, María del Refugio regresa a vivir con sus padres, sin embargo la vida le da otro duro golpe, pues tras la muerte de éste viene la de su hijo.

María del Refugio Aguilar y su hijo Ángel Cancino Aguilar, Ante tal situación le anima el saber que aún le queda por educar a su pequeña hija Cuquita.

María del Refugio Aguilar, con su hija Refugio Cancino Aguilar (cuquita)

Superando las dificultades por las que pasaba, realiza los ejercicios espirituales de San Ignacio, donde experimenta el llamado de Dios a perfeccionar su vida a ejemplo de Jesucristo, ante tal acontecimiento ella se dedica de lleno a las obras de caridad en la Iglesia, dando un ejemplo de vida a su hija. Así pues, entra a formar parte de la Tercera Orden Franciscana, donde es nombrada maestra de novicias.

En medio de esta realidad no descuida a su hija, pues sabe que ante todo tiene la responsabilidad como madre de educarla, por tal motivo, la lleva a la ciudad de Morelia, donde Cuquita estudia la normal para maestras.

En el colegio donde estudiaba su hija conoce al Padre Vicente María Zaragoza, quien sería un instrumento de quien Dios se serviría para poner en el corazón de María del Refugio el fuego que la habrá de llevar a la fundación de un Instituto de vida Religiosa.

Después de muchas reuniones con el padre y con otras personas que colaborarían, deciden fundar un Instituto de vida consagrada, cuyo fin sea educar a las niñas, pues ella descubre en medio de la sociedad en que vive que muchas jóvenes se pierden al no haber quien las oriente. de este modo el día 21 de marzo de 1910, en que se celebra la encarnación del Hijo de Dios en el seno de María Santísima abre las puertas en la ciudad de México el primer colegio Eucarístico dedicado no a dar sólo una educación fundada en las ciencias, sino una educación que tenga como principio a Cristo, y a Cristo Sacramentado, como lo dice nuestra madre María Teresa, (como se le conocería después a Cuquita) en el discurso inaugural de la primera obra apostólica.

María del Refugio descubre en la educación el medio propicio para extender en el mundo el reinado de Jesús Eucaristía, tal fue y continúa siendo la principal misión del Instituto por ella fundado.

Esta obra nace en medio de las dificultades de una patria que lucha por su libertad, ya que la fecha de fundación coincide con la de la Revolución Mexicana, tiempo de cambio y de conflictos políticos, ante lo cual Refugio responde con un corazón generoso, preparando y regalando alimentos a cientos de personas que a diario acudían a las puertas del colegio en busca de pan y de protección, además albergó en repetidas ocasiones a familias que huían debido a que se encontraban amenazadas de muerte por causas políticas, fue en este tiempo un ángel de la sociedad, como acostumbraban llamarle en San Miguel de Allende desde su infancia.

Tras esta época, viene otra de mayor sufrimiento y represión a la Iglesia, la persecución religiosa, donde toda la comunidad sucumbe ante las adversidades que dicha persecución suponía, las hermanas debieron continuar con su apostolado y obras de caridad a escondidas, dando clases en los sótanos, carentes muchas veces de las cosas materiales más indispensables, pues se perdió la libertad de culto y fueron cerrados cientos de Templos católicos.

María del Refugio, en medio de tantas dificultades sabe ser para cada una de las hermanas una madre amorosa que busca protegerlas del enemigo, es de esta forma en que se ve obligada a separase de las hijas que había acogido en su instituto enviándolas al extranjero para protegerlas de los males que les rodeaban en el país.

En medio de estas penas y dificultades, Refugio descubre la protección amorosa de Jesús Eucaristía, y ante la cercanía y apoyo del Padre Alfredo Scotti de la Orden de la Merced, ella encuentra la presencia viva de María Santísima de la Merced en su obra y apostolado, razón por la cual decide que el Instituto por ella fundada acoja también esta gracia que la llevará a llamarse mercedaria.

Después de todas las obras realizadas y de una vida consagrada por entero a Dios y a sus hermanos, María del Refugio muere el día 24 de abril de 1937 en que llena de gozo retorna al padre que la creo.

Sin embargo su espíritu sigue vivo en cada hermana que decide unirse a ese Instituto de Hermanas Mercedarias del Santísimo Sacramento para continuar haciendo vida el carisma y misión por ella iniciado.



Oración por la glorificación de la Sierva de Dios María del Refugio


¡Oh Padre celestial! dígnate concedernos La gracia insigne de ver elevada al honor de los altares a tu sierva María del Refugio, quien para corresponder a los anhelos de su corazón, fundó esta Congregación, destinada a difundir el amor al Santísimo Sacramento mediante la educación cristiana de la niñez y la juventud. Concédenos por su intercesión la gracia que te pedimos… (Se hace la petición). Te lo rogamos, por tu Hijo Nuestro Señor Jesucristo. Así sea.

Decídete seguir sus huellas, teniéndola como ejemplo de vida cristiana.

jueves, 4 de octubre de 2007

MARÍA DEL REFUGIO Y L@S NIÑ@S


La maternidad de María del Refugio tomó cauces más amplios al advertir que la salvación de los niños es uno de los intereses del Corazón de Jesús y que a ella le correspondía ganar esas almas trabajando con el buen ejemplo, la palabra y la oración, que la llevaron a desear beneficiar a otros niños a imitación del amor maternal de María, que siempre da sin medida.

HAZ CLIP AL SIGUIENTE ENLACE Y DIVIERTETE JUGANDO CON EL SUPLEMENTO VIRTUAL "LIST@S NIÑ@S": http://www.listo.gov/ninos/step2/wordsearch.html
MARÍA DEL REFUGIO Y EL MOVIMIENTO JEM TE PRESENTAN UN JUEGO DIVERTIDO, DALE CLIP AL ENLACE Y LO VERÁS:

miércoles, 3 de octubre de 2007

MARÍA DEL REFUGIO EN EL ARTE


























DALE CLIP AL SIGUIENTE ENLACE Y DIVIERTETE DIBUJANDO A LA MADRE MARÍA DEL REFUGIO AGUILAR:

lunes, 1 de octubre de 2007

CONOCIENDO LA VIDA Y OBRA DE LA MADRE MARÍA DEL REFUGIO


Era y sigue siendo San Miguel de Allende, en Guanajuato (México), una hermosa ciudad. Fue colonial en su tiempo y en ella se conservan las huellas de una larga presencia española. Luego fue lugar de insurgentes, de patriotas mexicanos que lucharon por su independencia. En esa ciudad señorial, en el seno de una familia aristocrática importante, nació la niña María del Refugio, quien en sus primeros años empezó a recibir clases de Francés pues era la lengua cultural de ese momento. Era buena y traviesa y dirigía a sus siete hermanos en estudio y diversiones.


Cumplidos sus veinte años se casó –sólo para complacer a sus padres– con Ángel Cancino –un alto funcionario del Estado, hombre de mundo y poco creyente–, recorriendo así el camino de la inmensa mayoría de mujeres en su vida, con nuevas costumbres, nuevas exigencias sociales dentro de un contexto de intrigas políticas y trampas de la administración civil del Estado.Al quedar viuda –con un hijo y una hija– después de tres años, quiso extender de una manera nueva y mucho más universal, aquello que había descubierto en su matrimonio: el amor de este mundo se abre a un amor más alto, más noble: el amor a la niñez y juventud.


El poeta mexicano Juan Correa amigo de su esposo y de la familia le escribía:
Cuando acaricies a los tiernos niños, hijos de tu alma, a quienes tanto quieres,Piensa en los tristes, solitarios seres, que viven sin amor y sin cariño.


Tres años después de la muerte de su esposo murió su hijo mayor, quedando solamente María Teresa quien atraía todo su cuidado. Pero María del Refugio, además de cuidar y atender a su hija dedicó también su tiempo a visitar en el hospital a los enfermos, especialmente a los más abandonados y a visitar a los presos abandonados por sus familias en la cárcel.Discurrían paralelos los días de madre e hija, y mientras María Teresa se preparaba en el campo de la enseñanza, la madre quería dedicar su vida a Dios y hacerse religiosa, ingresando a la Tercera Orden Franciscana. Pero sus pasos se encaminaron en otra dirección, pues siguió acompañando a su hija y en 1910 fundó una Congregación nueva orientada por sus propios principios y los principios Eucarísticos. Se trata de la comunidad de las Hermanas Mercedarias del Santísimo Sacramento, quienes tienen como misión formar mujeres integrales, con capacidad de ver e interpretar la vida como constructoras de una sociedad más justa y humana, desde la perspectiva del Evangelio. Así lo entendió y lo vivió perfectamente Refugio dentro del espíritu de caridad, alegría y humildad.


A sus cuarenta y un años era una mujer independiente, con una inteligencia privilegiada, con grandes dotes de organización y administración, capaz de discernir, trazar y seguir su camino. Guiada por el Padre Vicente María Zaragoza, catedrático de Teología en el Seminario de Morelia, inició una intensa y larga colaboración apostólica, para dedicarse al servicio de la educación de las niñas, pues ella veía que las escuelas católicas existentes en ese entonces carecían de ideales, eran clasistas (para ricos o pobres), y dejaban desatendida la clase media o sin muchos recursos para costear las colegiaturas de sus hijos. Además consideraba que los colegios regentados por religiosos extranjeros poco harían por cambiar las condiciones prevalecientes de injusticia, pues lejos de concienciar y motivar a los educandos en este sentido, los formaban en los valores, lengua e historia de otras naciones.


El Proyecto Educativo de María del Refugio no se limitaba a las aulas: el testimonio de todos y todas, no importaba el oficio que desempeñaran, se consideraba parte de la acción educativa. “Amor con amor se paga”, solía decirle a sus colaboradoras, y el colegio era ante todo una gran casa de familia en donde siempre se llevaban mensajes de alegría y paz. No buscaban grandezas en la tierra: les bastaba con abrir un campo nuevo de educación liberadora bien fundada en el amor: su colegio no tenía en cuenta para nada el lucro. A muchísimas niñas no sólo se les daba educación gratuita, sino que, además se les alimentaba y vestía, y tanto ricas como pobres recibían el mismo trato. Refugio veía que las jóvenes y las niñas, necesitaban una mayor atención. Miraba el presente y el futuro del mundo y deseaba para ellas un nuevo protagonismo en su propia historia y en la historia de la sociedad.


Ella deseaba que la mujer pudiera ser autónoma, que tomara las riendas de la vida, que asumiera plenamente su tarea como persona responsable, al servicio de la dignidad y plenitud humana. Tomad a la mujer, educadla, sembradle en su alma el gérmen de la moral, y entones veréis lo que ella puede hacer. –decía–. No bastan las palabras ni las promesas –repetía constantemente a las religiosas de su comunidad y a los maestros–: Se necesitan obras, compromisos, realizaciones, por que la juventud está hecha para emprender, para esforzarse, para luchar y es esa juventud es la que teemos todos los días en nuestras manos.


María del Refugio era una mujer admirable por la obra social que estaba realizando y puso su grandeza de ánimo, todo su influjo social y su vida al servicio de la humanidad. Tenía mucha fe en sus ideales y se mantenía en el centro de las grandes luchas sociales con entrega de ánimo y con serenidad interior, convencida siempre que la educación es el camino que permite transformar en realidad y de raíz al ser humano. Sentía profundamente la realidad de la mujer latinoamericana, percibía el machismo de la época y soñaba con formar la niñez y juventud en la fe y en los verdaderos valores.


Sabía que la característica fundamental de la juventud es sin duda la generosidad, la apertura a lo sublime a lo arduo. María del Refugio contó con el don del Buen Consejo, penetrando en la vida de los demás para conocerlos con afecto bondadoso y de ese modo poder aconsejarlos. “Sólo aconseja bien, quien sabe escuchar, quien atiende a las necesidades de los demás, quien les mira por dentro y deja que de esa forma que se expresen. Sólo así puede ofrecerles su palabra de interpretación, de dirección o de simple compañía”.


En la época difícil de México, cuando permanentemente había enfrentamientos entre maderistas y reyistas, María del Refugio ofrecía en medio de las calles el gesto de su caridad en favor de todos los heridos: convirtió su colegio en un hospital para poderlos atender y curar con la ayuda de la Cruz Blanca. También hubo épocas como “el año del hambre”, –cuando las autoridades recogían a muchos muertos por falta de alimento–, en que se juntaban trescientas a cuatrocientas personas en la puerta del Colegio de la Calle Roma y a todos se les daba de comer.


En el año de 1926 se cerraron templos, se clausuraron colegios y se impidieron los actos de culto, hasta llegar al encarcelamiento y muerte de algunos personajes significativos. Temiendo esos ataques contra las religiosas, María del Refugio pensó, en expandir su Instituto a otros países. En todo el mundo, especialmente en América Latina, se reconoce el liderazgo que ha tenido María del Refugio pues su obra se ha expandido por México, Chile, Salvador, Gatemala, Costa Rica, Venezuela, Estados Unidos, España, Roma y Colombia, a donde la comunidad llegó en el año 1929, fortaleciendo mentes y voluntades y curando corazones. Más que una formación académica en la educación que imparten, los Colegios Eucarísticos quieren que sus egresadas lleven en su corazón el sello de mujeres sencillas, serviciales, humildes, alegres, creativas, comprometidas con la transformación de la sociedad y abiertas a los nuevos retos que plantea la humanidad.

domingo, 30 de septiembre de 2007

ORACIÓN POR LA PRONTA GLORIFICACIÓN DE LA SIERVA DE DIOS MARIA DEL REFUGIO AGUILAR


¡Oh Padre celestial!
Dígnate concedernos
La gracia insigne
De ver elevada al honor
De los altares a tu sierva
María del Refugio,
Que para corresponder
A los anhelos de su corazón,
Fundó una Congregación,
Destinada a difundir
El amor al Santísimo Sacramento
Mediante la educación cristiana
De la niñez y la juventud.
Concédenos por su intercesión
La gracia que te pedimos...
(SE HACE LA PETICIÓN).
Te lo rogamos, por tu Hijo
Nuestro Señor Jesucristo.
Así sea.

NOTA: Si por la gracia de Dios le fuera concedido algún favor por intercesión de María del Refugio, le agradecemos nos lo haga saber a:


Causa de María del Refugio,
Fernández Leal 130,
Barrio del Niño Jesús,
04330 Coyoacàn, D.F.,
México.

GRAN APERTURA DEL AÑO JUBILAR DE LA SIERVA DE DIOS MADRE MARÍA DEL REFUGIO AGUILAR Y TORRES EN VENEZUELA



Como preludio a la celebración del Centenario de Fundación del Instituto de Hermanas Mercedarias del Santísimo Sacramento que se llevará a cabo en el 2010, la U. E. A. MONS. RAFAEL ARIAS BLANCO, se ha unido en torno al altar, para hacer el lanzamiento del Año Jubilar a la sierva de Dios María del Refugio Aguilar y Torres.

La Eucaristía, estuvo precedida por el Padre José Javier Arguibide, quien resalto el lema escogido: VIVIR PARA SIGNIFICAR EN EL MUNDO LA PRESENCIA DE JESUS EUCARISTIA.
El Signo utilizado: Las Puertas Abiertas, representan el paso de generaciones que año tras año se han venido formando, con identidad propia Eucarística Mercedaria, en los distintos países, en que se encuentra la obra, acompañada y apoyada de centenares de Laicos comprometidos, quienes han trabajado arduamente por hacer realidad el sueño de nuestra Madre Fundadora, de extender desde la educación de la niñez y juventud, el Reinado de Jesús Eucaristía en el Mundo.

Es así como la Congregación de las Hermanas Mercedarias del Santísimo Sacramento ya se encuentra en diversos países tales como: México, Colombia, Chile, Estados Unidos, Venezuela, Guatemala, Costa Rica, El Salvador, Italia, España y recientemente, han fundado en el África.

Seamos fieles pregoneros de este carisma de amor redentor, Evangelizando siempre con María, a la luz de la Eucaristía.


SIERVA DE DIOS

DATOS BIOGRÁFICOS:

LUGAR DE NACIMIENTO: San Miguel de Allende, Guanajuato, México.

FECHA: 21/Septiembre/1866

LUGAR DONDE MURIÓ: México, D.F.

FECHA: 24/Abril/1937

PROCESO: VIRTUD

LUGAR DONDE REPOSA:Casa Central HHMMSS, Fernández Leal 130, Coyoacán, 04330 D.F.

FECHA DE TRASLADO: 21/AGO/1987

BREVE BIOGRAFÍA:

María del Refugio, nació el 21/SEP/1866 en San Miguel de Allende, Gto. A los veinte años su padre la desposó con Ángel Cancino. Su esposo y su primogénito murieron prematuramente; quedándole una hija que educó con deseos de superación e ideales de santidad. En 1895 ingresó a la Tercera Orden Franciscana. En 1910 fundó el Instituto Hermanas Mercedarias del Santísimo Sacramento, encauzado a formar almas Eucarístico-Marianas e impartir la educación, la mejor forma de ayudar al prójimo. Su actitud siempre fue alegre y optimista frente a las adversidades, supo entender el compromiso cristiano compartiendo con los demás lo que uno es, tiene y significa, socorrió a la niñez, a los pobres y perseguidos. Luego de vida fecunda entregó su alma a Dios el 24 de Abril de1937.
COMUNIDAD RELIGIOSA: HERMANAS MERCEDARIAS DEL SANTÍSIMO SACRAMENTO
DIRECCIÓN: Fernández Leal 130, Col. Coyoacán04330 Coyoacán,México, D.F.