sábado, 28 de junio de 2008

DESDE MOZAMBIQUE


Ya estamos en África! y desde aquí enviamos a todas las personas un saludo acompañado de nuestra gratitud por el apoyo espiritual o material que nos han brindado y para las que nos han hecho sentir su cercanía a través de llamadas telefónicas muy especialmente a nuestra Madre Lucero que ha compartido nuestro entusiasmo y alegría de acompañar esta obra gestada en el corazón de nuestra amada fundadora, a Hna. Mony y cada una de nuestras hermanas de la Región Nuestra Señora de Guadalupe que acompañan paso a paso el rumbo de esta fundación, a las Madres Candelaria y Silvia de El Salvador por el detalle de llamar desde tan lejos y Zuleima de Italia. No hay palabras que logren expresar en su plenitud nuestros sentimientos de sabernos UNA familia, hijas de MARÍA DEL REFUGIO.

Durante este tiempo de nuestra estancia en Mozambique, específicamente en la ciudad de Pemba, la cual a pesar de ser capital de la provincia de Cabo Delgado, carece de muchas cosas entre ellas medios de transporte urbano, supermercados que estén abastecidos con todo lo necesario, son poquísimos y frecuentados casi exclusivamente por extranjeros debido al alto precio en sus productos. Hemos tenido la oportunidad de visitar algunos lugares, relacionarnos con las personas para conocerlas de cerca y entender su propia idiosincrasia, para no caer en el error de querer implantar nuestras propias costumbres, nuestro propio estilo de trabajo etc., ha sido un tiempo de familiarizarnos, conocer un poco la realidad que vive este pueblo.

Hemos podido constatar que Mozambique a pesar de su situación económica y política deplorable, es dueño de una variedad de valores culturales y religiosos, de inestimables cualidades humanas. Valores tales como el acogimiento, la solidaridad, comunicación, intrepidez, amor por el arte entre otros; también es de resaltar el inmenso cariño que sienten por las religiosas, tanto así que en los tiempos difíciles de la guerra no solo era respetada su vida si no la de las personas que se encontraban con ellas aún sí fueran del bando contrario.

Aquí en Cabo Delgado los habitantes generalmente son personas pacíficas, sin embargo a razón de la pobreza absoluta en que vive la mayoría, se ven obligados a robar para poder sobrevivir, incluso nosotras ya fuimos victimas dos veces (la primera vez una cartera y la siguiente la ropa recién lavada que tenía tendida una de las hermanas).

En esta Provincia que es la mas superpoblada de Mozambique, la religión dominante es el Islam penetrado en el siglo VII, seguido del Cristianismo, introducido a finales del siglo XIX por los misioneros católicos, estas religiones son practicadas principalmente en las zonas urbanas. Las regiones rurales en su mayoría se mantienen fieles a los cultos y creencias tradicionales. La lideranza en la organización del culto pertenece al jefe de la aldea o al tío materno. En su estratificación social los pueblos de Cabo Delgado se dividen en pequeñas comunidades definiendo sus estatutos sociales de modo de vivir diferenciándose por categorías de parentesco, constituyendo linajes o clanes. Es admirable su alta conciencia de identidad que tienen los mozambicanos pues a pesar de la influencia islámica y las colonizaciones europeas, han mantenido su cultura indígena basada en la agricultura a pequeña escala y el arte basado en la escultura de la madera etc.

Los pueblos de esta provincia son Bantus, siguen el sistema matrilineal de estructura social y de parentesco clánico y familiar, se caracterizan por las creencias mitológico-religiosas, heredadas de sus antepasados matizadas casi siempre en magias y sortilegios. Los antepasados invocados son hermanos o hermanas de la abuela materna. La brujería es otra forma más arcaica de las tradiciones religiosas y otra forma es la creencia en un poder sobrenatural que domina los fenómenos naturales, cuando un hombre y una mujer se sienten incapaces para resolver los problemas que los afligen. En esta región los Makuas, constituyen el 43% de la población del país, por seguir la estructura matrilineal al casarse una pareja, el hombre pasa a vivir a la casa de la familia de la mujer, el bebé adopta el apellido de la madre, la mujer trabaja la tierra y el hombre trabaja como empleado doméstico, el rito de iniciación es diferente al Makonde, si un adolescente no se somete al rito de iniciación, cuando sus padres mueren no puede estar presente en el funeral.

En Metuge, la zona de nuestra misión, es uno de los pocos lugares en donde hay Makondes, pues está por desaparecer este clan. Entre estos dos grupos hay una marcada diferencia, estos se distinguen por ser católicos; por su espíritu guerrero, tuvieron un papel muy decisivo en la lucha por la independencia de Portugal lo que les trajo mucho sufrimiento durante la guerra, (por las buenas son muy fieles hasta capaces de dar la vida por el otro, muy protectores de sus amigos, pero por las malas...sálvese quien pueda).

Los hombres trabajan las tierras junto a sus mujeres, nunca trabajan como empleados domésticos; los jóvenes de sus clanes son considerados Makondes hasta que pasan por el rito de iniciación; sus relaciones con otros clanes siempre han sido muy débiles; en el rito de la muerte la cabeza del difunto es enterrada en dirección al sol y cuando muere un bebé es enterrado en el corredor de la casa para que así continué con el calor de la familia; para ellos el matrimonio no es importante pues lo que cuenta es el rito de iniciación; para esta cultura es normal robar la mujer del prójimo; le dan mucha importancia a la descendencia por lo que es una vergüenza si en la familia surge una vocación sacerdotal o religiosa, algunos jóvenes que desafiaron su propia cultura y lograron ser sacerdotes nos relatan el sufrimiento por el que tuvieron que pasar.

Cada uno de estos dos grupos tienen su propia lengua, costumbres y forma de ser, guardan cierto resentimiento que data de los tiempos de la colonia y que aun no ha sido superado, creando división entre ellos y hasta la fecha es visible aún en el mismo clero y en la congregación religiosa local, claro está que esta situación mejoró un poco con la llegada de los primeros misioneros que rompieron un poco con estos mitos.


Nuestro trabajo en Mozambique?

El Obispo nos ha pedido que atendamos la zona de Metuge, la cual tiene 9 comunidades cristianas católicas: Metuge sede, Tratara, Ingalane, Nancua, Muise, Saul, Nacuta, Manjúa, Pulo.
El distrito de P. Metuge cuenta con 1.094 km2 y 42.935 habitantes, 2 puestos administrativos, 5 localidades y 30 aldeas. Metuge sede, se encuentra a 40 kms de la ciudad de Pemba cuyo camino está muy deteriorado por lo que tardamos 2 horas en llegar. Sus lenguas locales son Emakhuwa, kimwani y Shimakonde.

Un día de misión en Pemba, Mozambique:

Nos levantamos a las 4 de la mañana para poder estar a las 6:15 en el lugar donde tomamos la chapa, que es el medio de transporte, con tablas alrededor, adaptadas como asientos y en la parte de arriba varas de bambú, donde colocas las gallinas, racimos de plátanos, en fin todo el cargamento de los pasajeros, es muy pequeña sin embargo vamos 20 personas adultas sin contar a los niños, en el primer viaje aprendimos que tenemos que cogernos muy bien porque de lo contrario vamos a salir volando a causa de los saltos de la chapa a lo largo del camino, en este ultimo viaje no corrimos tanto peligro pues unos jóvenes musulmanes velaron por nuestra seguridad (El Señor siempre pone Ángeles custodios en nuestro camino).
Por fin a las 8:30 llegamos a nuestro destino, a preparar el pequeño altar para la Celebración de la Palabra, que se desarrolla en tres lenguas (Emakhuwa, Shimakonde y portugués). La mayoría de las personas, especialmente los niños no hablan el portugués.

La celebración dura 1 hora con 30 minutos aproximadamente, al terminar hacemos un poco de adoración al Santísimo, todas las personas se quedan para participar y lo hacen con una devoción admirable. Ya al terminar, en las afueras de la capillita, compartimos un poco con las personas para que nos conozcan y por supuesto nosotros a ellos.

Después nos reunimos para algún trabajo con los animadores de las 9 comunidades, que consiguen desplazarse hasta allí, algunos en bicicletas y otros a pie, son personas que han conseguido mantener vivas esas comunidades a pesar de la ausencia de sacerdotes o religiosos, pero que no tienen preparación alguna solo con lo que les fue trasmitido por sus antepasados.

Tenemos en mente programar visitas a esas comunidades para que también puedan recibir el Santísimo periódicamente, pues fue una de sus prioridades que manifestaron cuando el obispo les preguntó que esperaban de nosotras el día que hizo la presentación oficial. Estas comunidades la más cercana a la sede Metuge es de 7 kilómetros y la más lejana está a 30 kilómetros, claro está que por el momento nos vemos en dificultad pues para llegar a la mayoría de estas comunidades no hay transporte y tiene que ser por la mañana pues a ciertas hora de la tarde las personas ya no salen por temor a los elefantes salvajes que han causado algunas muertes.

Continuando la descripción de un día de misión, después que terminamos los trabajos con los animadores de las comunidades esperamos dos horas para que llegue la chapa que nos llevará de regreso a Pemba, llegamos a la ciudad a las 4 de la tarde por lo que dejamos el almuerzo preparado desde un día antes.

En la Diócesis se trabaja con las siguientes comisiones: de la mujer, de la juventud, de niños, de catequesis, justicia y paz, de vocaciones, educación etc. pero esta zona por estar abandonada nunca se ha trabajado en ellas por lo que tenemos que empezar de cero.


Estas son las actividades que cada una desarrolla.

Catalina Pizano (aquí en Mozambique María Teresa): Ayuda en el Obispado a organizar el archivo Diocesano, es responsable de una hora de adoración al Santísimo en la Catedral de la ciudad todas las mañanas de lunes a viernes y colabora en los trabajos a desarrollar en Metuge.


Mónica Chávez: Coordina los trabajos pastorales que se están iniciando en la zona de Metuge y también es responsable de una hora de adoración al Santísimo en la Catedral de la ciudad de Pemba de lunes a viernes.


Yanira Rafaela: De lunes a viernes trabaja en el Obispado, como asistente del Señor Obispo y colabora en los trabajos pastorales a desarrollar en la misión de Metuge.

Escrito enviado por Hna. Yanira Rafaela Cruz Estrada.

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