martes, 10 de junio de 2008


Si oyes en tu corazón: "sígueme". No te quedes como el Joven Rico que se fué triste por el camino y nunca más volvió a ver a Cristo detenerse a mirarle con el Amor de Dios, que supera toda barrera y derrite toda frontera. Mira al horizonte y descubre la inmensa alegría y la gozosa paz que se esconde tras el "sí", "hágase en mi". Atrévete a vivir y no mires atrás. Amanece para ti. Sé valiente.

1 comentario:

david santos dijo...

Excelente trabajo!
Muchas gracias por compartirlo con nosotros.